Julio Izquierdo Padilla, el hombre que fue asesinado cuando se movilizaba en una moto, era comerciante de ganado.
ÁNGEL MIGUEL PÉREZ MARTÍNEZ.
Hombre fue asesinado cuando se movilizaba en una moto en la vía que desde el casco urbano del municipio de San Antonio de Palmito conduce a la vereda San Miguel.
La víctima del nuevo hecho de sangre respondía al nombre de Julio Izquierdo Padilla, un comerciante de ganado de 42 años de edad, oriundo de esa localidad.
El crimen ocurrido la tarde del miércoles 10 de diciembre. El hecho violento se registró a las 4:50 p.m., a solo 100 metros del puente sobre el arroyo Palmito, en un sector que dista apenas 300 metros del perímetro urbano.
Según testimonios recabados por este medio, Izquierdo Padilla circulaba en su motocicleta cuando fue interceptado por desconocidos que le dispararon en repetidas ocasiones.
El cuerpo quedó tendido sobre el vehículo, en medio de la carretera, generando conmoción entre los habitantes de la zona.
Las autoridades llegaron al lugar minutos después del suceso para iniciar las investigaciones correspondientes y realizar el levantamiento del cadáver.

Julio Izquierdo Padilla fue atacado por sicarios que también iban en moto.// Cortesía.
Era una persona trabajadora
Julio Izquierdo era conocido en la región por su labor como comerciante de ganado, actividad que desarrollaba desde hace más de una década.
Vecinos y allegados describieron al occiso como una persona trabajadora y respetada en la comunidad. Hasta el momento, las motivaciones del crimen siguen sin esclarecerse, aunque se especula que podría estar relacionado con asuntos personales o económicos.
La Fiscalía General de la Nación, en coordinación con la Policía Nacional, asumió el caso y adelanta las diligencias para identificar a los responsables.
Se solicitó a la comunidad colaborar con cualquier información que permita dar con el paradero de los autores materiales e intelectuales del hecho.
Palmito en alerta
Mientras tanto, el municipio permanece en alerta, y las autoridades refuerzan los operativos de seguridad en la zona para prevenir nuevos incidentes.
Este crimen se suma a los registros de violencia en la región, lo que ha encendido las alarmas entre los líderes comunitarios, quienes exigen mayor presencia policial para garantizar la seguridad de los ciudadanos.
Esperan que no quede impune
La comunidad espera que las investigaciones avancen con celeridad y que se haga justicia. Mientras tanto, el dolor y la incertidumbre se apoderan de un municipio que, hasta ahora, había mantenido niveles relativamente bajos de criminalidad.


