Juan Rafael Fuenmayor Barros fue capturado en Maicao. Está señalado de liderar una red que enviaba cocaína desde la Alta Guajira hacia el Caribe.

ÁNGEL MIGUEL PÉREZ MARTÍNEZ.

En una operación discreta pero contundente, ejecutada por la Dirección Antinarcóticos de la Policía Nacional, fue capturado en un edificio residencial de Maicao (La Guajira) Juan Rafael Fuenmayor Barros, señalado por las autoridades como el presunto articulador de una red internacional de narcotráfico.

Su nombre figura en una solicitud de extradición emitida por una Corte Distrital de los Estados Unidos, específicamente para el Distrito de Puerto Rico.

La captura, llevada a cabo con fines de extradición, pone en evidencia el alcance transnacional del tráfico de estupefacientes que opera desde las entrañas del norte colombiano. Según la Fiscalía General de la Nación, Fuenmayor Barros habría coordinado la logística para sacar toneladas de clorhidrato de cocaína en lanchas rápidas por la Alta Guajira, con destino a República Dominicana, Puerto Rico y otros puntos estratégicos del Caribe.

Una red que nacía en el Catatumbo

La investigación señala que los cargamentos partían desde la convulsionada región del Catatumbo, en Norte de Santander, camuflados en camiones que recorrían kilómetros hasta llegar a la Alta Guajira. Allí, bajo la presunta coordinación de Fuenmayor Barros, se acopiaban los alijos y se disponía todo lo necesario para el envío por mar abierto.

La solicitud internacional de extradición lo vincula con el acopio, almacenamiento y posterior envío de más de una tonelada de cocaína. Además, se le acusa de concierto para delinquir y tráfico de sustancias psicoactivas, cargos que deberá enfrentar ante la justicia estadounidense si se concreta su traslado al país requirente.

El rostro oculto de una maquinaria criminal

Aunque su nombre no figuraba en los grandes titulares hasta ahora, Juan Rafael Fuenmayor Barros habría sido una pieza clave en la financiación y organización de toda la estructura criminal. Un engranaje silencioso, pero eficaz, que movía droga a través de rutas que combinaban caminos rurales, pasos ilegales y salidas marítimas en zonas de difícil acceso para las autoridades.

Su captura representa un golpe significativo contra las redes de narcotráfico que operan en la Alta Guajira, una zona históricamente utilizada por organizaciones criminales por su ubicación estratégica y escasa presencia estatal.

Fuenmayor Barros ya está bajo custodia y será la justicia colombiana, en coordinación con las autoridades de Estados Unidos, la encargada de definir los pasos a seguir en el proceso de extradición.

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