Con solo 19 años, Didier debutó con autoridad en Triple-A y da pasos firmes hacia la cima del béisbol mundial. Su nombre ya resuena en las entrañas del sistema de los Bravos de Atlanta.
ÁNGEL MIGUEL PÉREZ MARTÍNEZ
Desde Tolú, con el guante bien puesto y la mirada fija en la Gran Carpa, Didier Fuentes Martínez comienza a escribir su propia leyenda.
El domingo 15 de junio no fue un día cualquiera: sobre el montículo de los Gwinnett Stripers, el joven serpentinero lanzó 4.2 entradas frente a los Memphis Redbirds, filial de los Cardenales de San Luis. Permitió una sola carrera limpia y recetó seis ponches. Un debut soñado.
La noticia de su ascenso a Triple-A se había confirmado apenas dos días antes, el 13 de junio, tras una brillante actuación en Doble-A que incluyó 9 ponches en apenas 4 innings.
Didier fue tan dominante que ni una ampolla en la mano logró opacar su desempeño. Esa salida le abrió las puertas para integrarse a los Gwinnett Stripers, filial Triple-A de los Bravos de Atlanta.

Didier Fuentes Martínez, pitcher toludeño.
No solo se convirtió en uno de los lanzadores más jóvenes en alcanzar ese nivel —junto a estrellas como Ozzie Albies y Ronald Acuña Jr.—, sino que se perfila como el primer toludeño en pisar un diamante de Grandes Ligas.
Este derecho de 19 años, décimo mejor prospecto de toda la organización de los Bravos, es producto del trabajo disciplinado y de una sólida formación.
Empezó en la escuela Astros Amigos, dirigida por Óscar González, y luego pasó a la academia Necios de Tolú, con el profesor Manuel Cañavera. Hoy forma parte de la organización “Prospect Sports”, liderada por el ex grandes ligas cartagenero Orlando Cabrera.
Didier vive en el barrio Betania, a unos pasos del parque central de Tolú, junto a sus padres, Ramón Fuentes Garay y Aíra Martínez Meza. De ahí salió para conquistar el diamante, paso a paso, con humildad y talento de sobra.
Su historia apenas comienza, pero cada entrada lanzada nos dice que está más cerca del sueño. Y Tolú, su Tolú, lo aplaude de pie.


